No debemos de ninguna manera rehuír la confrontación, pues este caballo de batalla nuestro nos ha permitido generar consciencia sobre las relaciones de producción basadas en la explotación y destrucción de la Naturaleza y de la Sociedad; así como, en el ser colonial con el que pretenden construirnos para sostener así sus sistemas de opresión. Para esto debemos señalar claramente nuestro deseo incondicional para conseguir la abolición total de las corridas a la usanza española, comprometiéndonos a solucionar el tema de empleo para las pocas familias que se verán afectadas.
Una vez encontradas las cifras reales sobre el empleo que se va a perder podríamos incluso comprometernos en un Plan de Transición para esas familias, que implique entre otras cosas la expropiación de las Plazas de Toros para generar dicho empleo; con esto incluso se supera el tema de impuestos para los Municipios, que es otro de sus grandes argumentos.